Lo que nos ha traído y lo que nos deja el Covid-19.
Ha terminado 2020 y hemos podido ver cómo algunos sectores que, hasta el mes de marzo tenían buenas perspectivas, se encontraron de repente en una situación de crisis derivada del Corona Virus totalmente imprevista.
![Trabajando con mascarilla en la oficina](https://static.wixstatic.com/media/11062b_952c3500f8254fcfa11d8d9fafcaa07c~mv2.jpg/v1/fill/w_147,h_98,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_auto/11062b_952c3500f8254fcfa11d8d9fafcaa07c~mv2.jpg)
Al mismo tiempo, hemos visto sectores que, tras los primeros días, semanas, e incluso meses de susto, han tenido un año bastante normal en cuanto a resultados y, algunos, incluso bueno.
La verdad es que yo mismo pasé por una fase de alta preocupación y semi depresión al principio, creí que todo lo que nos estaba ocurriendo iba a derivar en una gran catástrofe económica general, y que, además, poco o nada podíamos hacer ante algo tan incontrolable como lo que nos llegaba. Me rehíce en el momento en que fui viendo que a mi alrededor, el mundo empresarial seguía girando, con menos velocidad, con dificultad, con temor, pero girando al fin y al cabo.
No es fácil, pero debemos seguir pensando que hay posibilidades, que hay puertas que están entreabiertas, que hay salida.
![Trabajadores de la construcción usando mascarilla](https://static.wixstatic.com/media/11062b_7d185eeeb47940e19acc654f3ee08038~mv2.jpeg/v1/fill/w_147,h_98,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_auto/11062b_7d185eeeb47940e19acc654f3ee08038~mv2.jpeg)
Esto no ha acabado, ni mucho menos, y las consecuencias reales no las podemos todavía valorar, ya que hay muchas empresas y sectores que han lanzado balones fuera, o más bien hacia adelante y que, en un futuro no muy lejano, deberán afrontar deudas y aplazamientos sin contar con suficiente actividad y, por lo tanto, sin excedentes de caja para hacerles frente.
Otros, lamentablemente, ya han caído o están a punto de hacerlo, bien porque su situación ya era delicada, bien porque no han querido afrontar la crisis con más crédito, o bien porque justo arrancaban su negocio con mucha ilusión pero también mucha inversión y endeudamiento y no han podido soportarlo.
Sin embargo, hay empresas que no han parado, que han seguido trabajando a buen ritmo, que han consolidado proyectos y que cierran 2020 con una sensación agridulce. Y es que, aunque su año haya podido ser bueno, no son ajenas a la situación general, y siguen con dudas sobre el futuro más cercano, pensando a corto y medio plazo.
Evidentemente, además de los daños económicos, estamos soportando los daños derivados de la salud, la enfermedad y la muerte de familiares, amigos y conocidos, que nos afectan en nuestro estado de ánimo y por lo tanto también afectan a las empresas, ya que no son ajenas a ello. Y las consecuencias de todo este sufrimiento, también deberemos afrontarlas.
¿Y qué tenemos por delante?
Pues tenemos un futuro incierto, con muchas dificultades para la sociedad en general y con ello para un buen número de organizaciones. No existe ninguna fórmula mágica, no nos queda otra que seguir trabajando, adaptándonos a las circunstancias.
Como decía antes, esto no ha acabado, lo que viene es complicado y hay que implicar a todo el conjunto de la sociedad para seguir peleando y avanzando.
Y si hay sectores y empresas que han terminado bien el año, deben ser ellas las que asuman el liderazgo que les ha tocado.